Planificar la herencia puede generar preocupación, especialmente si aún no has redactado un testamento. Sin embargo, dedicar tiempo a esta tarea puede prevenir futuros problemas y conflictos entre tus herederos. En este articulo te brindaremos Consejos Cómo manejar una herencia.
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¿Qué es un Testamento?
Un testamento es un documento legal que define la distribución de tus bienes y, en algunos casos, la tutela de tus hijos menores. Contar con un testamento te brinda la seguridad de que tus deseos se cumplirán. Puedes asegurarte de proporcionar apoyo financiero a tus seres queridos y, si lo deseas, contribuir a organizaciones benéficas. Además, tener un testamento agiliza y facilita la resolución de tu patrimonio en comparación con no tener uno. Ahora es el momento de tomar decisiones cruciales: cómo dividir la herencia y cómo actuar según tu situación y la de tus herederos.
La Planificación Fiscal de la Herencia
Esta juega un papel crucial en garantizar que la distribución de los bienes se realice según nuestras preferencias y que los impuestos no afecten negativamente a nuestros herederos. Es fundamental comprender el funcionamiento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD), las transmisiones mortis causa, y cómo dejar los distintos activos e inversiones a nuestros herederos de manera que se minimice la carga fiscal.
La clave reside en la preparación adecuada del testamento. De lo contrario, la herencia se divide automáticamente en tres partes según lo establecido por el Código Civil:
1. La Legítima, que se distribuye entre los herederos forzosos en un orden específico: hijos, padres, viudo/a, hermanos y otros familiares, o en última instancia, el Estado.
2. El tercio de mejora, también para los herederos forzosos y distribuido equitativamente entre ellos en ausencia de testamento.
3. El tercio de libre disposición, que solo se aplica si existe un testamento y se reparte según las disposiciones del mismo.
Es esencial comprender que sin un testamento, la ley y el Estado tomarán decisiones respecto a la herencia en lugar del testador.
Consecuencias de No Planificar la Herencia
El testamento es fundamental para dejar planificado y distribuido adecuadamente nuestro patrimonio, pero esto solo abarca la asignación de nuestros bienes. Después del fallecimiento, se deben distribuir los bienes de acuerdo con el testamento y esto conlleva implicaciones fiscales significativas. En muchas ocasiones, se llega a rechazar la herencia porque los herederos no tienen suficiente capital para pagar el impuesto de sucesiones. Es realmente lamentable tener que renunciar al patrimonio de nuestros seres queridos debido a una planificación sucesoria incorrecta.
En comunidades autónomas con impuestos elevados, como Aragón, el número de familias que rechazan la herencia ha aumentado. En casos menos graves, la herencia puede no ser rechazada, pero puede resultar en una significativa descapitalización para los herederos, dejándolos con poca liquidez o asumiendo más deudas que patrimonio.
Cómo Planificar tu Herencia de Manera Efectiva
El primer paso es analizar junto a un economista y un abogado las implicaciones fiscales y legales de la distribución del patrimonio que deseas realizar. Esto te permitirá evaluar si es la opción ideal o si existe otra alternativa que combine rentabilidad, legalidad y fiscalidad de manera más adecuada para tus necesidades.
Después, redactar un testamento de manera adecuada para asegurar una distribución correcta de tu patrimonio entre tus herederos.
Una vez que tengas los flujos de bienes definidos, es crucial calcular con precisión el costo fiscal que implicará para cada heredero aceptar la herencia.
Junto al economista, analiza cada activo mueble e inmueble, es decir, el patrimonio a heredar y cómo está invertido o posicionado, ya sea en cuentas corrientes, fondos de inversión, seguros, etc. Cada estructura tiene su propia fiscalidad tanto durante la vida como al integrarse en la masa hereditaria.
Después del análisis financiero, determina las soluciones óptimas para seleccionar los instrumentos financieros que te beneficien durante la vida y que faciliten el acceso a la herencia para tus herederos, ya sea por liquidez, exenciones fiscales u otras circunstancias según la legislación vigente a nivel autonómico y estatal.
Con todo esto, podrás redactar un testamento que refleje tus intereses, con una distribución fiscal óptima y utilizando herramientas financieras que faciliten el acceso a la herencia para tus herederos.
¿Es Mejor Dejar la Casa en Herencia o Considerar Otras Opciones?
La vivienda suele ser el activo que genera más conflictos entre herederos debido a su alto valor. Desde el punto de vista fiscal, dejar la casa en herencia en lugar de donarla puede resultar en un ahorro significativo de impuestos para tus herederos.
Sin embargo, este ahorro fiscal puede dar lugar a problemas para tus descendientes. La decisión sobre qué hacer con la casa puede causar discrepancias, especialmente si algunos prefieren alquilarla y otros venderla. ¿Cuáles son las alternativas en esta situación?
Donar la vivienda en vida y quedarte con el usufructo puede no resolver el problema y resultar en mayores impuestos para tus hijos, a pesar de ser una opción común.
Dos opciones adicionales son vender la vivienda y vivir de alquiler, dejando el dinero restante a tus herederos, o considerar una hipoteca inversa.
Una solución intermedia sería llegar a un acuerdo de venta con un tercero y conservar el usufructo de la vivienda hasta tu fallecimiento. Si vendes la vivienda después de los 65 años, estarás exento de impuestos, y tus herederos recibirán dinero en lugar de una propiedad que pueda generar conflictos.
Seguros de Vida-Ahorro para una Distribución de la Herencia
Aunque hagas un testamento, tus opciones de distribuir la herencia exactamente como deseas son limitadas. Solo puedes decidir sobre el tercio de mejora, que se divide entre los herederos forzosos, y el tercio de libre disposición.
Un seguro de ahorro te permite designar a quién quieres como beneficiario. La ventaja de estas pólizas es que no forman parte de la masa hereditaria, quedando fuera de las disposiciones legales de reparto.
Personaliza la Distribución de la Herencia a tu Manera
Si no especificas nada, la herencia se divide equitativamente entre todos los herederos. Esto significa que todo se reparte según el número de herederos, como tres partes si son tres herederos. Sin embargo, es común que algunos herederos reciban ciertos bienes mientras otros reciben otros.
Evita problemas al establecer qué bienes deseas que reciba cada heredero, incluso dentro de la parte legítima, siempre que respetes la equidad en la distribución.
No te Olvides de los Seguros de Vida
Los seguros de vida convencionales te brindan la posibilidad de destinar una cantidad específica de dinero a la persona que elijas, más allá de las limitaciones de la herencia y sin restricciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que a medida que aumenta la edad del asegurado, también lo hace la prima del seguro. Además, algunas compañías pueden no ofrecer pólizas de vida exclusivas más allá de cierta edad.
Tener una Cuenta Conjunta con los Hijos
Una cuenta conjunta o en la que los hijos sean cotitulares es otra alternativa para proporcionar acceso al dinero en efectivo en caso de fallecimiento. Legalmente, tener una cuenta conjunta no implica que el dinero pertenezca a todos los titulares por igual, pero facilita el acceso a esos fondos de manera más sencilla.
Estos pequeños consejos te permitirán distribuir tu herencia según tus deseos, ya que cada persona tiene sus propias preferencias en este aspecto.
Dejar Dinero en Efectivo, una Buena Idea
Planificar tu herencia incluyendo una cantidad de dinero para que tus hijos puedan cubrir el impuesto de sucesiones puede ser muy útil, especialmente en herencias de gran valor. Esto les permitirá acceder a ciertos bienes de la herencia antes de liquidar el impuesto.
Reparte la Herencia en Vida
El reparto de una herencia no siempre tiene que esperar hasta después del fallecimiento. Existe la opción de hacerlo mientras estás vivo, conocida como repartir la herencia en vida o donación.
Las donaciones son adelantos de la herencia, lo que significa que aunque se deje un testamento en vida, no se puede otorgar a un heredero más de lo que le correspondería en la herencia completa. En la práctica, se puede donar a un hijo una cantidad equivalente al tercio de libre disposición o al tercio de mejora, pero sin exceder esas proporciones. Si se sobrepasa ese límite, se consideraría una donación inoficiosa que perjudica los derechos de otros herederos.
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“Hacer algo por los demás es tremendamente gratificante. Sentirse querido es maravilloso. Dejar a los hijos la imagen de unos padres reconocidos como buenas personas es la mejor herencia”
Miguel Ángel Revilla