El siguiente articulo a desarrollar es de gran relevancia: La Educación Financiera en las Escuelas, implementar esta información a nuestros alumnos nos permite que ya desde temprana edad tomen conciencia del manejo de sus finanzas, teniendo en consideración que estas enseñanzas deben ser compartidas tanto en las instituciones escolares como en casa y que haya coherencia a la hora de aplicarlas, ya que si la información no es compatible ciertamente los patrones que pueda adquirir ese niño (a) en cuanto al dinero no sean los correctos.
Antes de saber como se aplica la Educación Financiera en las Escuelas, explicaremos cual es su definición:
¿Qué significa Educación Financiera?
La educación financiera implica entender los principios básicos de las finanzas personales y la gestión del dinero, pero va más allá: requiere la capacidad de aplicar estos conceptos en la vida diaria para enfrentar desafíos financieros y alcanzar metas.
Para comprender realmente la educación financiera, no basta con memorizar datos y definiciones. Se necesitan niveles más profundos de aprendizaje cognitivo, que incluyen:
1. Conocer los términos y conceptos básicos financieros.
2. Comprender cómo se aplican en la vida cotidiana.
3. Aplicar ese conocimiento a sus propias finanzas para construir una base sólida.
4. Analizar el impacto de sus decisiones financieras y realizar ajustes necesarios.
5. Sintetizar lo aprendido en un plan financiero general.
6. Evaluar el éxito y buscar oportunidades para seguir aprendiendo y mejorar.
Esta metodología permite una comprensión profunda y la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones financieras, lo que es esencial para una gestión financiera eficaz a largo plazo.
Inicios de la Inclusión de la educación Financiera en las Escuelas
En 2005, la OCDE recomendó la inclusión temprana de la educación financiera en el currículo escolar, considerándola una herramienta política justa y eficaz. Integrar la educación financiera desde una edad temprana en los planes de estudio es esencial para que los niños adquieran los conocimientos y habilidades necesarios, promoviendo un comportamiento financiero responsable a lo largo de su educación. Esta medida cobra especial importancia dado que muchos padres pueden no contar con los recursos para enseñar sobre dinero, ya que la alfabetización financiera suele ser baja a nivel mundial.
La educación financiera aborda una amplia gama de temas, que incluyen:
1. Conceptos Básicos de Finanzas: Ingresos, gastos, ahorros, deudas, presupuestos y otros aspectos relacionados con el dinero.
2. Ahorro e Inversión: Desarrollar habilidades para establecer metas financieras, fomentar hábitos de ahorro, entender conceptos de interés y rendimiento, y explorar diversas formas de inversión.
3. Endeudamiento Responsable: Comprender los aspectos del endeudamiento, como intereses, plazos de pago y las consecuencias de la deuda. Aprender a utilizar el crédito de manera responsable y evitar el exceso de endeudamiento.
4. Planificación Financiera a Largo Plazo: Desarrollar la capacidad de planificar metas financieras a largo plazo, como la compra de una casa o la jubilación, y crear estrategias para alcanzar esas metas.
La inclusión de estos temas en la educación financiera proporciona a los estudiantes las herramientas necesarias para tomar decisiones financieras informadas y construir un futuro económico sólido.
Aunque no existe una fórmula única para el éxito, los países que han logrado los mayores avances han seguido las directrices de la OCDE y su Red Internacional de Educación. Estas directrices son fundamentales para el diseño y la implementación efectiva de la educación financiera en las escuelas:
1. La inclusión de la educación financiera en las escuelas debe ser parte integral de una estrategia nacional coordinada. Para asegurar la relevancia y sostenibilidad a largo plazo, se recomienda contar con un coordinador visible en la estrategia, involucrando al sistema educativo y a los profesionales (docentes) en su desarrollo.
2. Es esencial contar con un marco de aprendizaje que establezca objetivos, resultados, contenidos, métodos pedagógicos, recursos y sistemas de evaluación. Este marco puede ser a nivel nacional, regional o local y debe abordar conocimientos, habilidades, actitudes y valores.
3. Se debe buscar, desde el principio, una fuente sostenible de financiación para garantizar la continuidad del programa.
4. La educación financiera debe iniciarse lo antes posible, idealmente desde el comienzo de la educación formal, y extenderse a lo largo de toda la etapa escolar.
5. La integración de la educación financiera en el currículo escolar es altamente recomendada. Puede ser una asignatura independiente, pero también puede incorporarse efectivamente en otras materias como matemáticas, economía, ciencias sociales o ciudadanía. Esto permite contextualizar la educación financiera en situaciones de «vida real» en una variedad de temas.
6. Los docentes deben poseer la formación necesaria y contar con recursos adecuados. Es crucial que estén plenamente conscientes de la importancia de la educación financiera, dominen métodos pedagógicos pertinentes y reciban apoyo y formación continua para impartirla efectivamente.
7. Es esencial proporcionar a los centros educativos y docentes herramientas educativas y recursos didácticos que sean fácilmente accesibles, claros en sus objetivos, de alta calidad y apropiados para el nivel de estudios de los alumnos.
8. El progreso de los estudiantes en educación financiera debe ser evaluado de manera regular, y sus logros deben ser reconocidos para fomentar un ambiente educativo motivador y enfocado en resultados.
«Quienes no administran su dinero siempre trabajarán para quienes sí lo hacen»
Dave Ramsey
Aspectos a tomar en consideración
La conducción de discusiones sobre dinero debe realizarse con sensibilidad, estableciendo reglas claras para crear un entorno de aprendizaje seguro. De esta manera, los alumnos pueden abordar temas financieros sin incomodidades y sin necesidad de compartir información personal si no desean hacerlo.
También, es esencial evitar la recomendación o promoción específica de entidades y productos financieros en las lecciones de educación financiera. Para hacer que las lecciones sean efectivas, es crucial emplear contextos relevantes para los alumnos y adoptar estrategias de aprendizaje activo, como la discusión y el debate. En este sentido, el uso de noticias actuales o la compartición de historias personales, ya sean propias o de terceros, sobre experiencias financieras puede ser beneficioso.
Además, considerar las diferencias religiosas y culturales respecto al dinero en las actividades, fomentando el respeto hacia diversos puntos de vista. De esta manera las actividades deben adaptarse a diferentes estilos de aprendizaje, integrando imágenes y multimedia, preguntas, análisis, movimiento físico y trabajo en grupo.
Es de suma importancia realizar alianzas con ponentes externos, como empleados bancarios, emprendedores locales o personas que hayan superado dificultades financieras, puede ser una forma eficaz de conectar los contenidos teóricos con experiencias de la vida real.
Desafíos Educacionales
La educación financiera en comunidades vulnerables posee el potencial de generar un impacto transformador. Al capacitar a niños y jóvenes para tomar decisiones informadas y responsables en sus asuntos financieros, se les brinda la capacidad de ejercer control sobre sus vidas, contribuyendo así a la construcción de un futuro seguro para ellos, sus familias y su comunidad.
Por esta razón, el respaldo a la educación financiera en estos entornos debe ser reconocido como una inversión crítica a largo plazo en el desarrollo del capital humano. Este respaldo debe contar con el apoyo de actores clave en los ámbitos público, privado y civil. Al hacerlo, se establecen las bases necesarias para un crecimiento sostenible y una mayor equidad en la sociedad.
Otro panorama mismo requerimientos en Educación Financiera
En la era pos-COVID, el 59% de los jóvenes británicos, según el último ‘Young Persons’ Money Index’ (índice de dinero de jóvenes) del London Institute of Banking & Finance (LIBF), reporta sentir más ansiedad sobre el dinero. La mayoría, el 88%, se informa por su cuenta, el 75% recurre a sus padres y solo el 8% busca información en la escuela. A pesar de la escasa educación formal en finanzas, el 83% prefiere aprender sobre este tema en el entorno escolar. La formación en gestión financiera desde temprana edad es clave para mejorar la salud financiera y dominar las cuatro claves básicas: controlar ingresos y gastos diarios, ahorrar, mantener la deuda bajo control y planificar.
Por esta razón, organizaciones como la European Banking Federation (EBF) están implementando iniciativas para promover la educación financiera en las escuelas.
Es innegable que el nivel de educación de una persona influye en su conciencia financiera, y aprender sobre finanzas a una edad temprana conlleva a mejores resultados.
En Conclusión
Es difícil determinar la edad adecuada para comenzar la educación financiera, pero es importante reconocer que no es una habilidad innata, sino adquirida. Como con cualquier otra habilidad, el momento de inicio es crucial: cuanto antes se comience a aprender, más herramientas y habilidades se podrán desarrollar.
Si bien materias como matemáticas, ciencia y geografía son valiosas, es importante reflexionar sobre su relevancia para todos los estudiantes. Mientras que algunos podrían encontrar utilidad en estos conocimientos, otros podrían no aplicarlos en sus trayectorias profesionales. Por el contrario, comprender aspectos prácticos como las finanzas personales es esencial para la vida cotidiana de la mayoría de las personas.
En definitiva, los niños pueden aprender sobre el valor del dinero y su administración desde una edad temprana. Los juegos que simulan situaciones financieras, como el Monopoly, Decisiones de peso, Cashflow, Trimemoria financiera son herramientas efectivas para enseñar conceptos como activos y pasivos, así como la planificación presupuestaria. Las lecciones pueden iniciarse con conceptos básicos en los primeros años, como el manejo de pequeñas cantidades de dinero, y luego profundizar a medida que los niños crecen.